lunes, 20 de mayo de 2013

El paracaidas o la vida!!!



Tal cual un atraco pudo hacer sentido este piloto por aceptar el auxilio de un pescador, sin embargo la alegría que le dió conservar un artículo tan valioso podría justificar su exigencia.  Por allá por los años 90s después de una de las múltiples misiones de entrenamiento a las que ya estaban acostumbrados, una de las aeronaves Mirage M-5 mientras realizaba la maniobra de aproximación presentó una falla de motor, lo cual lo hizo perder la enorme fuerza de empuje que requieren los aviones de ala delta para mantenerse en el aire.
 
Como bien sabran, estos aviones no pueden planear, por lo que inmediatamente comenzó a caer.  El piloto, un señor Mayor experientado y con bastantes horas de vuelo, realizó las maniobras de reencendido en vuelo y todo lo que sus listas de chequeo de emergencia decian, pero al darse cuenta de que todo era inútil y que el altímetro seguía decendiendo a niveles peligrosos, optó por la decisión más dificil de un comandante que es perder la aeronave.
 
El piloto apuntó la aeronave hacia el río Magdalena, tratando de evitar cualquier daño a la población civil, y en el último momento cuando ya estaba seguro de esta trayectoria activó su silla de eyección halando la manija que hay sobre la silla.  Este mecanismo tarda unos dos segundos en realizar toda la cadena de activación antes de salir disparado, pero en una situación de estas parecian horas porque el avión seguía cayendo con el adentro!! alcanzó a tirar de la manija dos veces más y pensando que no funcionaba se inclinó hacia adelante para halar la otra manija que queda al frente de la silla, en medio de las piernas.  No alcanzó a agarrarla cuando puff!! después de un horrendo halonazo atravesó el cristal de la cabina y salió por los aires mientras bajo sus pies el avión se estrellaba contra el agua.
 
El viento frio refrescaba su rostro y la adrenalina que lo invadía impedía que se desmayara por esta sobregravedad.  Aunque era una pérdida terrible para la Fuerza el estaba vivo y esto es más importante que cualquier aeronave, después de todo los objetos materiales son recuperables.  Cuando recobró la conciencia se dio cuenta de que su paracaidas lo estaba llevando a la mitad del rio y aunque trató de cambiar el curso fue inevitable.  Su cuerpo entero estaba sumergido y el paracaidas que le había salvado la vida, ahora se adheria al agua del rio y no lo dejaba nadar, se estaba ahogando!!
 
El Mayor luchaba con todas sus fuerzas de mantenerse a flote y agitadamente aspiraba grandes bocanadas de aire mientras manoteaba fuertemente para librarse de la enorme tela del paracaidas y alejarlo de su rostro, pero el agua hacía que se le pegara a los brazos y no se lo podía quitar en esa posición.  Estaba exhausto y mientras sus pies luchaban por mantener su cabeza fuera del agua, el paracaidas seguía hundiendolo, la corriente del rio no era muy fuerte pero sabía que si dejaba hundir su cabeza ya no volvería a salir... muchos pensamientos pasaron por su mente, desde su familia que no volvería a ver, hasta las estadísticas de los dias que tardarían en recuperar su cuerpo del rio, y el estado tan terrible en que eran encontrados, mordidos por los peces, era un final muy triste y humillante para un héroe de guerra.
 
Su vista comenzó a nublarse y justo antes de perder el sentido vió una canoa que se acercaba, seria posible? la esperanza de ser rescatado le devolvió la energía a sus brazos y logró que el paracaidas siguiera su curso a las profundidades del rio, mientras el se sostenía con todas sus fuerzas esperando la lenta y tranquila llegada de su salvador, era un anciano pescador de Puerto Salgar de unos 60 años, con su piel cuarteada por el sol y la mirada gris que dan los años, que remaba hacia él con toda la tranquilidad de un paseo en barca al atardecer, por que no se apresuraba?? 
 
- Buenas vecino, se esta ahogando?? - le dijo inocentemente el pezcador.
- SIIIIIIIIII ME ESTOY AHOGANDOOOO!!! gulp - respondió el Mayor entre brazadas desesperadas.
- Y quiere que le ayude? - dice el pezcador con una tranquilidad inexplicable.
- SIIIIIII AYUUDDEEEMEE gulp! POR FAVOR gulp! - alcanzó a decir con los brazos ardiendo del agotamiento.
- Si me regala el paracaidas lo saco de ahí! - le ofreció el humilde pezcador con el mismo acento y ritmo de cuando negocia el pezcado que vende.
- SIIIII SE LO REee  OOO glup glup -
 
No alcanzó a terminar la frase cuando ya estaba debajo del agua y sus brazos simplemente no respondian. Entonces sintió el remo que se acercaba a su pecho y como pudo se aferro a el mientras el delgado pescador de 60 años lo tomó por el cabello y con un brazo lo sacó del agua y dejó su pecho sobre la canoa.  El mayor rodó dentro de ella para meter los pies y se quedó atónito, tratando de recuperar el aliento, mientras el pescador enrollaba el paracaidas como si de su nueva atarraya se tratara.
 
A los pocos minutos llegaron las patrullas de la base para rescatarlo y antes de irse le dio la mano a su salvador, agradeciendole por su ágil respuesta.  El pescador solo le sonrió y siguió en su labor, impasible, mientras las lanchas motorizadas se alejaban, feliz por su nueva adquisición...
 
 
 

jueves, 18 de abril de 2013

Serpientes en el Avión!! la historia que inspiro la pelicula


Creanlo o no, mister Samuel Jackson conoció esta historia para la creación de su personaje en la famosa película.  Bueno, tal vez exagero un poco, pero de verdad fué una de las historias más recordadas por mucho tiempo en la Fuerza Aérea.

La historia no sabemos exactamente cuando empezó, pero durante los años 90s uno de los aviones fantasma AC-47, reconocidos por su increible autonomía lo cual permitía sostener un gran poder de fuego sobre el blanco enemigo por varias horas, llegó a la base de palanquero con una anotación ya conocida. El piloto escribió "Ruido extraño en los radios".

Era normal que debido a la altura, los contactos eléctricos se impregnaran de agua y esto causaba interferencia y otras fallas en los equipos electrónicos.  El procedimiento habitual era limpiar los contactos, revisar las impedancias y probar comunicaciones con la torre de control, y la falla quedaba solucionada y no volvía a presentarse por varias horas de vuelo.

Sin embargo el señor Mayor que reportó la falla, luego del siguiente vuelo volvió a describir el mismo comportamiento, un ruido extraño como golpeteos.  Así que el paso a seguir fué cambiar los amplificadores de audio y volver a calibrar impedancias, obteniendo resultados favorables en las pruebas en tierra.

Al otro dia el Mayor volvió a volar confiando en que la falla no volvería a presentarse, pero al regresar a la base escribió en el libro de vuelo una falla bastante particular: "Ruido fantasmagorico en el avión".  Cuando los técnicos del avión vieron el reporte no pudieron contener la risa y se preguntaban entre ellos que era lo que había pasado, si acaso el mayor estaba escuchando voces del más allá o que, jajaja, revisaron las conexiones de audio, el amplificador, los conectores, pero segúian sin poder reproducir la falla, aparentemente las comunicaciones estaban bien, así que se les ocurrió que tal vez la falla pudiera ser real.  Cuando pidieron una mayor explicación el piloto les dijo que sentía un ruido que provenía de los planos (alas).  Así que destaparon las celdas de combustible, introdujeron espejos y linternas, pero no pudieron observar algún objeto suelto.

El jefe más experimentado sospechó que ese ruido se debía a que posiblemente alguien había olvidado una herramienta dentro de los planos, por lo que ordenó la remoción de las pieles para verificar los controles de vuelo y demás barrajes.  Después de 3 dias de tener el avión paralizado por esta falla aparentemente insignificante, no se había encontrado la fuente del problema, y nadie queria correr el riesgo de levantar la anotación a la ligera.  Siguieron desarmando los planos y finalmente, por la zona del borde de ataque, encontraron una enorme culebra pitón de unos 2 metros de largo!! por supuesto el animal estaba muerto, seguramente antes de que empezaran los ruidos la culebra se deslizó hacia el avión cuando este se encontraba parqueado, y de alguna manera que nadie pudo explicar se introdujo en este estrecho compartimento y no pudo salir.  Por supuesto cuando el avión se elevó la culebra se quedó sin aire y su cuerpo sin vida rodaba con los normales movimientos de la aeronave.

Muy felices por haber solucionado la fantasmagórica falla y luego de haber armado nuevamente la aeronave, no estaban seguros de como levantar esa falla. Seguramente si hubiera dicho "ruidos en el plano" podrían colocar que se encontró el animal, pero "ruidos fantasmagoricos" era un termino poco técnico y ambíguo, por lo que la respuesta más adecuada que encontraron fué "se desarmó el plano, se removió animal muerto, se trajo al cura y se exorsisó la aeronave". Este reporte quedó escrito y firmado en el libro de vuelo y fué socializado en las reuniones de pilotos posteriores como una experiencia graciosa e inusual.

Lo más chistoso es que al poco tiempo después el mayor hablando a solas con uno de los técnicos le confesó que seguía escuchando ruidos fantasmagóricos, que los otros pilotos volaban el mismo avión y no reportaban nada, y temía volver a ser la burla de sus compañeros y hasta depronto ser enviado al psicólogo.  El técnico agotando la última opción, se le ocurrió cambiarle los auriculares, y magicamente, el ruido desapareció.  Al parecer los auriculares del mayor, los cuales son de uso personal, tenían deformado el caucho que cubre los oídos y permitian que el aire se filtrara, lo que causaba los sonidos de ultratumba.  Por fortuna los técnicos de aviación están preparados para solucionar todo tipo de fallas de este mundo, o del más alla...

viernes, 12 de abril de 2013

El soldado más valiente de Colombia!! o el mas bruto??

 
Como tripulante de poderoso helicóptero Black Hawk halcón, una de nuestras misiones habituales era la de transportar tropas a sitios remotos en medio de la selva.  Era usual que los propios soldados en tierra tuvieran que usar sus machetes para tumbar algunos árboles o bajar las ramas más atravezadas para que nuestro helicóptero pudiera entrar y así extraerlos.
 
Hay muchas historias sobre helicópteros que intentaron aterrizar sobre campos minados sin saberlo, para tragedia de sus ocupantes, o terribles accidentes causados por alguna pequeña ráfaga de viento que había que las palas golpearan los árboles alrededor.  También hay decenas de historias sobre lo difícil que es entrar a un área baja y despejada cuando el enemigo ya se encuentra en zonas elevadas disparando sin piedad como si de una galería de tiro se tratase.
 
Pues resulta que en una de muchas misiones tuvimos que transportar a unos 20 soldados desde el batallón hasta un punto en la selva donde haríamos la insercción.  A diferencia de lo que muchos pueden pensar, a la mayoría de los soldados profesionales les gusta vivir en la selva, se vuelven adictos a ese tipo de vida entre disparos y olores fuertes, y esta ocación no era la exepción, los soldados se veían ansiosos de volver a la pelea, contentos de haberse bañado, comido bien, visitado a la novia, pero querían volver a sentir las ametralladoras y fusiles.
 
Cuando vimos el área donde debíamos aterrizar todo parecía muy normal, demasiado normal diría yo, y el piloto del halcón, un mayor bastante experimentado, me dijo que estuviera atento a una emboscada.  Nos acercamos lentamente tratando de ver algo raro en el terreno o en los alrededores pero nada, todo estaba tranquilo.  El helicóptero aterrizó en el claro pero sin apagar los motores, y justo cuando abrimos las puertas para desembarcar el helicóptero artillado nos alertó de movimiento por el norte, entonces el Arpía se lanzó en picada hacia los árboles cuando vimos a un grupo de guerrilleros salir del monte y comenzar a dispararnos sin dudar.  Lo único que pudimos hacer fué gritar a los soldados para que se bajaran más rápido mientras el Arpía repelía el fuego con sus dos GAU-19 que destrozaban los árboles y todo a su paso.
 
Este poder destructivo logró contener a los bandoleros mientras desembarcamos a los soldados que corrieron a cubrirse, cerramos la compuerta del helicóptero que nuevamente estaba aumentando las rpms del motor y salimos de la zona en pocos segundos, pero justo cuando nos estábamos elevando sobre las ráfagas de fusil recibimos una llamada por radio algo inesperada.
-Halcón de Jaguar 1.
-Siga para halcón (respondió el piloto).
-Halcón ya salió de la zona?
-Afirmativo Jaguar 1, que requiere?
-Mi mayor, para solicitarle, yo soy uno de los soldados que acabaron de desembarcar, lo que pasa mi mayor es que ahi adentro del helicóptero se me quedó algo!
-Ahhh no soldier, tranquilo, yo estoy regresando al batallón y allá que se lo guarden.
-No mi mayor, es que de verdad lo necesito mucho en este momento.
-No puedo regresar soldado, usted se dio cuenta como nos estaban esperando.  Después lo reclama, que fué lo que se le quedó.  (mientras tanto yo fuí a la parte de atrás del helicoptero esperando encontrar un cuaderno de notas, una bolsa de comida, hasta una revista porno hubiera sido algo normal...)
-Mi mayor, es que LO QUE SE ME QUEDÓ FUE EL FUSIL!!!!
 
Todos quedamos mirandonos incrédulos dentro del helicóptero! en que cabeza puede alguien irse a la guerra y olvidarse de su arma?? y efectivamente, en la parte de atrás recostado a una viga estaba el fusil galil que cada soldado cuida con su propia vida.
-Nooo hemano, aqui lo tenemos pero no podemos regresar, despues lo reclama en el batallón.
-Bueno mi mayor, le recomiendo *suspiro*.
 
Despues lo mandamos por servientrega dije bromeando.  Regresamos al batallón a retanquear y antes de regresar a nuestra base entregamos el fusil del soldado.  No se que sería de él, si a su regreso le pondrían la medalla al valor por enfrentarse a los enemigos con un cortauñas, lo más seguro es que anduviera con una pistola por algún tiempo, pero de lo que si estaba seguro es de que ninguno de ellos olvidaría mirar atrás la proxima vez que salieran de un transporte.  Mucha paja!

Tremendo pajazo!!!


Para los que no saben esta expresión militar se dice cuando se comete una equivocación, entre otras palabras raras que posiblemente después publique en un diccionario de la Fuerza Aérea.  Esta historia me la contó uno de mis compañeros hace varios años cuando era tripulante de supertucano en la base aérea de CACOM-2.

Luego de completar mi curso de tierra y las misiones de entrenamiento me emocioné bastante cuando me informaron que había sido asignado para la siguiente misión de Orden Público, al fín sentiría la adrenalina de sobrevolar las selvas plagadas de subversivos y demostrarles un poco de amor patriota soltandoles una linda bomba MK81 de 250 Kg!

El día de la operación me presenté ante el capitán piloto de la aeronave y nos dirigimos a la sala de reuniones para recibir el briefing.  El piloto era un oficial bien experimentado y había realizado incontables operaciones en este equipo.  Durante la exposición el capitán me explicaba cada una de las indicaciones que daba el comandante y la forma en que nos aproximariamos como aeronave líder.

A las 14:00 estabamos montados en el avión mientras el técnico de tierra nos abrochaba los cinturones de la silla de eyección.  Completamos la lista de chequeo y el capitán prendió el motor, esta imponente vibración era una sensación ya conocida pero esta vez tomó un toque especial cuando recibimos las indicaciones del señalero de levantar los brazos mientras el especialista de armamento removía los seguros de las dos bombas que llevabamos bajo los planos.  A cuantos terroristas impactaremos? será que cae algún cabecilla? que tal me den una medalla en mi primer misión! eran el tipo de preguntas que cruzaban mi cabeza en ese momento.

Después de esto el capitán me pasó una hoja con unas coordenadas las cuales me pidió que introdujera en el sistema, así el avión ubicaría el objetivo y nos daría los parámetros de velocidad y altura con que debíamos entrar.  Las digité tal y como me habían enzeñado en el entrenamiento y luego le pedí al capitán que las revisara. En su pantalla oprimió unas teclas y verificó que los datos ingresados eran los mismos que estaban en la hoja, mostrandome su pulgar en señal de bien hecho.

La torre de control recibió la orden del Centro de Comando y Control y nos autorizó a despegar.  Ya ubicados en la cabecera subimos las rpms al máximo y pisando los pedales hasta el fondo se podía sentir las sacudidas del avión frenado como cuando un toro embiste el viento tratando de liberarse de un lazo que lo sujeta.  Cuando el capitán soltó el freno mi corazón empezó a latir desbocado con cada kilómetro de pista que ibamos corriendo, cada vez más y más rápido, y recorriendo mucha más distancia que durante las prácticas debido al peso adicional del armamento, y luego me quedé sin aliento cuando sentí despegarme del suelo, parecía mi primer vuelo, la emoción hizo brillar mis ojos y mi mente quedó en blanco cuando nos vimos rodeados de nubes siguiendo el curso que solo los instrumentos podían darnos.

El resto del vuelo fué bastante normal a lo que ya estaba acostumbrado, hasta que faltando 5 minutos para llegar al blanco le informé al piloto la distancia que nos separaba, hicimos una nueva revisión de las coordenadas y nos alistamos a realizar la entrada de tiro.  Las computadoras del avión mostraban la línea que se debía seguir y hacía unas mínimas variaciones para corregir nuestro curso, y luego nos comunicamos con el avión de inteligencia que se encontraba filmando el objetivo para guardar el registro de la operación.  Estos videos han salvado a muchas tripulaciones de las formas pasivas de terrorismo como son el uso de las propias leyes para encarcelar militares en cumplimiento de su deber, acusandolos de bombardear civiles o poblaciones indígenas y hasta disfrazando a los bandidos muertos con trajes de inocentes campesinos o incluso trasteando muertos de otras partes al lugar del bombardeo.

-Buho 1, aquí lider.
-Adelante lider.
-Me encuentro a 1 minuto del objetivo, blanco identificado y enganchado.  Solicito autorización para entrega de armamento.
-Entrega de armamento autorizada, lider.

Luego de unos segundos el avión bajó la nariz y en una violenta picada nos enfilamos hacia el tapete verde que teníamos debajo, la selva era tan densa que no se podía saber a ciencia cierta si había gente o no, por eso debíamos confiar en las coordenadas que nos había dado inteligencia, por lo que justo antes de cruzar la barrera de impacto el capitán presionó el pickle y comenzó a ascender de nuevo.

-Buho 1, armamento entregado.
-Aqui Buho 1, confirme detonación.

El avión ya se estaba alejando del lugar del impacto pero miré hacia atrás y si, efectivamente se veía la columna de humo gris saliendo del follaje.

-Aqui lider, detonación confirmada.
-Negativo lider, aqui estoy grabando con el flir y no se ve nada.
-Buho, por favor confirme sus coordenadas, creo que estaba grabando el lugar equivocado.
-Lider, mis coordenadas son xxx sur, yyy oeste.

El capitán escuchó la información mientras miraba su hoja de tiro; aunque yo iba en el puesto trasero alcancé a imaginar su rostro palidecer y luego su mano tembloroza daba vueltas al papel que sostenía.
-Marica!! metimos las coordenadas de la tropa!!!
-Que que mi capitan?
-Si juep... metimos las coordenadas de la tropa del ejercito, las coordenadas de la guerrilla estaban detrás!!!
-Ayyy no sea marica, como así? osea que ese no era el punto??
-Nooo juepu... le dimos a la tropa juepu....!!!!

Comenzamos a llamar por radio a la frecuencia de las tropas en tierra para confirmar su ubicación pero no obteniamos respuesta.  Se notaba la desesperación de sus llamados mientras sobrevolabamos en círculos alrededor de la espesa selva.  Durante todo el vuelo, no dejó de llamar a la tropa pero nada, nadie respondía, puede ser que el soldado que carga el radio se haya quedado dormido, o que haya volado en pedazos con nuestro error!  Las imágenes de nuestros soldados mutilados por nuestra culpa inundaron mi mente, me imaginaba a un pobre infante arrastrandose ensangrentado entre los cuerpos de sus compañeros en llamas, tratando de llegar al radio para contestar nuestro llamado, y luego vi a un guerrillero llegar por detrás diciendo "gracias fuerza aérea" acabándolo con un tiro por la espalda.

Con lagrimas en los ojos le dije: mi capitán, regresemos a la base, concentrémonos en el vuelo y en llegar bien y cuando hayamos aterrizado miramos que pasó.  Aunque solo estábamos a unas millas de la base se me hizo el vuelo más largo de mi vida, las imágenes de soldados mutilados regresaban y tuve que sacudirme la cabeza varias veces para concentrarme en seguir los parámetros del avión.  Hice otros llamados a la tropa hasta que aterrizamos, pero ninguno de ellos tuvo respuesta.

El capitán se dirigió al Centro de Comando para el posbriefing y me dijo que cualquier cosa el me llamaba al celular, no cruzamos ninguna otra palabra y los técnicos de tierra se dieron cuenta que algo había salido mal.  Fuí al baño a lavarme la cara pero no fuí capáz de mirarme a los ojos, si alguien hubiera salido herido no podría perdonarmelo, no sería capaz de volver a volar en mi vida.

A los pocos minutos el capitán me llamó y me dijo que fuera al CCOBA, llegué con paso apresurado y mi alma volvió al cuerpo cuando escuché a la tropa comunicandose por radio:
-Si mi capitán, nosotros les habíamos dado unas coordenadas pero tuvimos que movernos de ahí.
-Aaaahhhh bueno, estabamos preocupados porque estuvimos bombardeando por esa zona.
-Uy si mi capitán, nos cayeron cerquitica, pero no paso nada, estamos bien.

Ufff que alivio, los 35 hombres de esa contraguerrilla no sabían lo que había pasado, por fortuna mi Dios es colombiano y nos salvamos tanto ellos como nosotros de una tragedia que hubiera avergonzado a la institución.  Por supuesto este tipo de errores nos obligaron a aumentar los controles y puntos de chequeo para garantizar la seguridad de nuestras operaciones.  Pero que pajazo tan hp!!

martes, 26 de marzo de 2013

El guardian del Catatumbo


El fin de semana estuve celebrando el cumpleaños de mi suegro en una finca en Mesitas, Cundinamarca, hicimos un azado y tomamos wisky hasta que oscureció, quedamos muy pocos conversando acompañados unicamente por la musica del radio, y aún con calor en las mejillas debido al licor, todos los demás efectos desaparecieron al escuchar las historias que mi cuñado había vivido durante sus más de 20 años de servicio con el Ejercito de Colombia.  El relato llegó mientras él me contaba algunas historias de operaciones y la incertidumbre que llevan encima de no saber si regresarán, ya sea por fuego enemigo o por traición del amigo, pues hasta a los pobres soldados les han ofrecido millones por matar a sus comandantes y entregar sus armas, y solamente la bendición de Dios y un recto obrar cuidando de sus subalternos pudieron librarlos de un final trágico.  Le pregunté si eran ciertos los cuentos de guerrilleros rezados, a los que las ráfagas de fusil símplemente los rodean, y me habló de como su comandante luchando con una guerrillera a la que llevaban varias semanas siguiendo en combates, resistía los ataques de esta mujer quien se defendía con uñas y dientes como un animal salvaje, poseída por una fuerza sobrehumana que necesitó de varios hombres para controlarla, y que no bastaron dos tiros en la cabeza para detenerla pues seguía maldiciendolos y escupiendolos aún con el cráneo abierto... pero la visión que el nunca podrá olvidar fué la que a continuación trataré de reproducir:

A finales de los años 90 me encontraba con mi equipo patrullando una zona de las Selvas del Catatumbo, al Norte de Santander.  Eramos unos 20 hombres incluyendo al Teniente y un sargento; en ese tiempo yo era cabo y tenia una buena relacion con mis soldados, nos gustaba caminar en la noche, incluso me regalaba para prestar turnos de vigilancia que a mis compañeros les daba pereza hacer.  Disfrutaba mucho de la quietud y placidez de la noche, de las madrugadas, y también los días se hacían más cortos, tal vez así podría ver más pronto a mi familia. Un dia nos llego una información de inteligencia sobre un pequeño campamento guerrillero a orillas del imponente rio Catatumbo, como éramos la patrulla más cercana se nos ordenó su neutralización.  Estuvimos siguiendoles el rastro por más de 5 dias, avanzando cada vez más despacio para evitar ser descubiertos, y en las noches avanzando un poco más y dejando algo de tiempo para descansar.  El olor de la hierba húmeda era nuestro mayor refresco en las frías madrugadas, el resto del día era muy caluroso y avanzabamos muy poco, aunque nuestras raciones se iban acabando, anhelabamos realizar una operación exitosa y así ser extraidos para un merecido descanso.

Llegada la tarde llegamos al campamento por la orilla opuesta del rio, su caudal no era muy fuerte y se podía cruzar a pie, sin embargo era una locura hacerlo en ese momento por lo que decidimos observar sus movimientos y atacar en la madrugada.  Ubicamos los puestos de los vigilantes que eran pocos, memorizamos sus rutinas, y nos fuimos a dormir dejando como consigna que el soldado centinela nos despertaría a las 4:30 am para realizar el ataque a las 5 de la mañana.

Abrí los ojos al sentir al centinela acercándose a cada uno de nuestros escondites para despertarnos, había llegado la hora y nos sentíamos recargados y deseosos de obtener la mayor cantidad de capturas o bajas posible, salimos de los matorrales con mucho silencio formando una fila india, iluminados apenas por una debil luz de luna, que duramente alcanzaba para saber donde estaba el rio.  Yo iba en la mitad de la fila, avanzando con paso lento y suave para no alarmar a nadie, sentí el frio del rio introducirse en mis botas con cada paso, hasta llegar a mis rodillas, pero no me importaba porque la adrenalina que recorria todo mi cuerpo me mantenía tibio y listo para el combate, unos metros más y se desataría el ataque que tanto habíamos esperado.

Fue entonces cuando sentí mis brazos erizarse, pensé que era por el frio del agua pero un escalofrío recorrió mi espalda y me mantuvo estacado al piso, no tuve tiempo de preguntar a los otros si sentían aquello cuando la vimos: una silueta blanca brillante, como un manto, bajando por el rio algunos centímetros sobre el agua.  Mis ojos no podían entender lo que estaban viendo, no se veía como nada que haya visto antes, solo un manto brillante, aunque me pareció distinguir un rostro femenino entre sus pliegues, y venía hacia nosotros muy rápido! todos observamos atónitos cuando ese ser emitió un chillido como un grito horrible y desgarrador, que no puedo asemejar a ninguno de los animales que he escuchado en todos mis años en la selva, ni siquiera los disparos que el soldado puntero le hizo a esa figura mientras se alejaba cause abajo pudieron sacarme de ese estado petrificado, que era eso? que estaba pasando? estaria soñando aún? solo al percatarme de las ráfagas de fusil golpeando el agua a mi alrededor me di cuenta de que nos habían detectado, unos cinco hombres se estaban ubicando en la orilla y nos disparaban, mientras mi equipo y yo seguíamos desconsertados por lo que habíamos visto.  Tome mi fusil y comenzé a disparar a los árboles mientras retrocedíamos y mis hombres recuperaban su ubicación, tuvimos que preplegarnos y escondernos entre la selva, mientras los guerrilleros tomaban sus cosas y huían por el otro lado.  Tarde varios minutos en recobrar el aliento y recuperar la razón, para empezar a tranquilizar a mis hombres quienes se habian arrodillado al rededor mio listos a dispararle a lo que se moviera, mientras sus labios se movian agitados repitiendo todas las oraciones que conocian.

Hasta la fecha y gracias a Dios no volví a ver algo similar, y las personas a quienes les he contado me dicen que seguramente era el guardian de alguno de los guerrilleros que ibamos a combatir, obtenido mediante rezos indígenas y lo alertó del peligro justo cuando ibamos a realizar la operación.  Por fortuna todos salimos ilesos y tuvimos otras operaciones exitosas motivo de reconocimientos importantes, pero todos guardamos silencio y se nos hiela la sangre cuando recordamos aquella luz de las selvas del Catatumbo.

Sargento Rodriguez.

Bienvenidos

 
Muy buenos dias a todos los internautas, hoy empezamos la Semana Santa, tiempo de reflexión y recogimiento, por lo que aproveché para recordar los montones de historias que he venido escuchando durante mi carrera en la Fuerza Aérea, y ví la web como el sitio perfecto para alojarlas, compartirlas y por que no completarlas.

Sería excelente que por cosas del destino algunos de sus protagonistas pasaran por aqui e hicieran sus aportes, después de todo este sitio se construye con las experiencias de todos, yo símplemente trato de darles un toque ordenado y consecuente para hacer la lectura más amena.

Todos los relatos aqui consignados están basados en hechos reales, pero los nombres de los personajes pueden ser cambiados para proteger su identidad, aunque si las Fuerzas piensan demandarme por calumnia, diré que todo esto son novelas de ciencia ficción...

Aunque la mayoría de historias a las que tengo acceso son de la Fuerza Aérea Colombiana, como operaciones de orden público, lecciones aprendidas y aventuras de mantenimiento; también son bienvenidas las historias que la aviación de la Fuerza Pública en general tiene para contar.

Aparte de todo, tengo un espacio especial para relatos especiales que a nuestros soldados y hombres de a pie les han ocurrido y nos pueden pasar, esas historias que nos quitan el sueño y agudizan nuestros sentidos, y que al recordarlas nos vuelven a erizar los bellos de la piel tratando de encontrar una explicación racional, a veces inexistente... historias de guacas, espantos y guardianes de esas que abundan en nuestras selvas colombianas, bañadas en su mayoria por sangre patriota.

Que las disfruten.

*Nota legal:  Los relatos aqui compartidos son propiedad de sus protagonistas, pero sería de muy mal gusto verlas publicadas en otros foros sin algún reconocimiento o referencia a este blog.  Si te gusta deja un comentario y comparte.  Tus soldados te lo agradecerán.